Ser un estudiante deportista puede hacer que tengas que hacer malabarismos con cientos de cosas a la vez: práctica, partidos, tareas, exámenes y, además, intentar divertirte un poco. Con el enfoque adecuado, puedes equilibrar todo como un campeón. Aquí tienes la guía definitiva para mantener todo bajo control.
1. El mejor truco de estudio: ¡Presta atención en clase!
Es fácil que tu mente divague en clase, pensando en el partido que jugarás más tarde, en los planes para el fin de semana o en cualquier otra cosa. Pero prestar atención en clase es realmente el mejor truco de estudio que existe. Cuando realmente te concentras, tomas buenos apuntes y te aseguras de comprender lo que se está enseñando, te estás preparando para el éxito. Esto hará que estudiar para los exámenes sea muy fácil, lo que te permitirá ahorrar horas de tiempo en el futuro. A continuación, te indicamos cómo concentrarte y aprovechar al máximo tu tiempo de clase:
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No luches contra el aprendizaje: aprovéchalo: Tendrás que aprender el material en algún momento, por lo que es mucho mejor hacerlo durante la clase que quedarte despierto hasta las 11 p. m. la noche anterior a un examen. Interactuar durante la clase te ahorra mucho estrés nocturno.
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Siéntate cerca del frente: Si te sientas más cerca del frente del aula, será más difícil distraerte. Estás más concentrado porque el profesor está ahí y es menos probable que te distraigas cuando sientes que formas parte de la acción. Es un movimiento simple que te mantiene concentrado y más conectado con lo que está sucediendo.
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Tome notas para mantenerse involucrado: Tomar notas no es solo para estudiar más tarde, sino que te ayuda a concentrarte en el momento. Al escuchar de forma activa y escribir, te mantienes concentrado en el material, lo que facilita la asimilación de la información a medida que se enseña.
2. Planifique como un profesional y sea dueño de su tiempo
Equilibrar la escuela, los deportes y la vida puede parecer un desafío, pero tener una agenda es como tener una hoja de ruta para que todo sea más manejable. Si aún no tienes una, es hora de invertir en una buena agenda. Un horario sólido te ayuda a mantenerte organizado al dividir tu día y asignar tiempo para todo: deberes, descanso, práctica e incluso tiempo libre. La clave del éxito como estudiante-atleta no es solo trabajar más duro, sino también administrar tu tiempo sabiamente. Aquí te contamos cómo comenzar:
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Conoce tus límites: Si tienes dos prácticas después de la escuela, no te sobrecargues de tareas ese día. Estarás exhausto y, seamos sinceros, no podrás hacerlas. En lugar de eso, guarda las tareas más pesadas para los días en los que tengas menos compromisos.
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Planificar el tiempo de descanso: El descanso no es negociable. Puede que te sientas culpable por tomarte un descanso, pero el descanso es esencial para la recuperación física y mental. Al programar un tiempo de inactividad, te das permiso para recargar energías sin el estrés de las tareas pendientes que pesan sobre ti.
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Esfuerzos pequeños y constantes: No intentes hacer todos tus deberes en un día. Distribúyelos en pequeños bloques de 30 minutos cada día. Este enfoque es mucho más manejable y evita el agotamiento por estudiar a último momento. Además, te ayuda a mantenerte centrado durante toda la semana.
3. Adelántese al juego: ¡termine su trabajo pronto!
La postergación solo aumenta el estrés. Cuando recibas una tarea, intenta terminarla pronto, especialmente si tienes tiempo libre ese día o una sala de estudio. Trabajar en ella mientras el material aún está fresco en tu mente hace que el proceso sea más rápido y fácil, y quita una cosa más de tu lista de tareas pendientes. Además, terminarla temprano te deja tiempo libre para las actividades que realmente disfrutas.
4. Mantén tus calificaciones bajo control: no tengas miedo de pedir ayuda
Todo el mundo se encuentra con obstáculos en el camino cuando se trata de notas, y eso es totalmente normal. Si notas que tienes dificultades, no esperes: pide ayuda de inmediato. Ya sea reuniéndote con tu profesor, contratando un tutor o formando equipo con tus compañeros de clase, siempre hay una manera de cambiar las cosas. Las malas notas no te definen, pero tomar medidas a tiempo puede marcar la diferencia. ¡Mantén la cabeza en alto y utiliza el sistema de apoyo que te rodea!
5. No luches contra el trabajo: acéptalo
Aquí está la cuestión: el trabajo tiene Para terminar. Ya sea que lo hagas ahora o más tarde, no va a desaparecer. Así que en lugar de temerlo, acéptalo. Una vez que dejes de luchar contra la carga de trabajo, se vuelve mucho más fácil de manejar. Divide las tareas en pasos más pequeños, mantente organizado y sigue avanzando.
6. No te desvíes del camino: prioriza el descanso y el cuidado personal
Como deportista estudiante, tienes mucho que hacer y es totalmente normal sentirse abrumado a veces. Cuando el estrés aumenta, tómate un tiempo para relajarte y recargar energías. Incluso si eso significa cambiar tu horario, tu bienestar siempre debe ser lo primero. No puedes rendir al máximo si estás sin energía, así que asegúrate de cuidar tanto tu cuerpo como tu mente. Dormir, descansar y tomar descansos mentales son tan importantes como hacer todo lo que esté en tus manos.
Si sigues estos consejos, podrás compaginar la escuela, los deportes y todo lo demás como un profesional. Recuerda que el equilibrio es clave y, con un poco de planificación, te mantendrás al día, sin importar lo ocupada que esté tu vida.